*Extracto realizado por INSTITUTO INTERNACIONAL DE THE FAMILY WATCH del libro \»Aprender a convivir con las pantallas\» publicado por la Dirección General de Familia y Menor de la Comunidad de Madrid.\»
- Las pantallas, bien utilizadas pueden ser un instrumento básico en la información, la comunicación, la formación y el entretenimiento de los hijos. Que nuestros hijos usen bien las pantallas es nuestra responsabilidad de modo que puedan desarrollarse y crecer como buenas personas y que, a la vez, sepan divertirse con ellas.
- Desde el principio debemos explicarles los beneficios y riesgos, informarles de los tipos de contenidos, enseñarles a navegar y hacerlo con ellos, siempre por motivos concretos.
- Es necesario, dado su fuerte poder de atracción y su impacto en el cerebro, establecer horarios y reglas, consensuando los tiempos con otras actividades fundamentales como el estudio, el deporte, el sueño, los amigos o la familia. No debemos permitir que estén \»conectados\» en el tiempo de estudio: es una pésima costumbre que impide la concentración.
- Debemos establecer un marco de confianza en el uso de las pantallas y sus contenidos, comentando nuestros gustos y aficiones y evitando la confrontación por este tema. Conviene hablar frecuentemente con ellos sobre las páginas que utilizan y para qué.
- Antes de los 7 años conviene usar filtros para la recepción o acceso a contenidos no recomendados. Cuando llegan al uso de razón, lo mejor es formar a nuestros hijos en su autocontrol, su sentido de la responsabilidad, y supervisar su progresivo conocimiento de las relaciones personales, sexuales y sociales.
- La posibilidad de que vean películas de cine y series de TV en sus dispositivos móviles nos debe mover a estar informados sobre esos contenidos y a comentarlos frecuentemente con ellos. Nunca es irrelevante lo que ven, aunque sea adecuado para su edad.
- Los videojuegos pueden estimular la concentración, la agilidad mental y el afán de superación, pero debe evitarse su uso abusivo. Es ineludible conocer los juegos que usan.
- Conviene controlar el uso individual y aislado. Evitar los videojuegos en solitario durante largo tiempo. El tiempo máximo adecuado sería 30/40 minutos en días alternos, durante la semana y un máximo de 60/90 minutos seguidos durante el fin de semana. Nunca una sesión de más de dos horas seguidas. Debemos controlar los juegos intercambiados con amigos y recordar frecuentemente la necesidad de respetar los criterios de la familia.
- Es importante controlar el gasto en los juegos, tanto el coste offline como los pagos online y controlar la participación en juegos de apuestas.
- La comunicación periódica sobre el buen uso de las pantallas debe ser una oportunidad para hablar de otras actividades en el tiempo libre: Fomentar la lectura. Desarrollar aficiones relacionadas con la naturaleza y el deporte. Hablar de la ayuda en casa, los encargos de la vida en familia y de los momentos para estar juntos, para visitar a los abuelos, etc.