Aunque haya quienes lo cuestionen, está demostrado que desde el nacimiento se va desarrollando la conciencia de uno mismo y del entorno. Además en ese autoconcepto influye de un modo significativo no solo las experiencias vividas, sino también las opiniones y expectativas que sobre nosotros manifiestan los que nos rodean.
Los mensajes transmitidos por los adultos -a menudo inconscientemente- pueden condicionar a los niños y jóvenes en la opinión que se van creando de sí mismos y en el modo de desarrollar o inhibir sus capacidades innatas. Todos tenemos conocimiento de personas que superan sus propias limitaciones de un modo sorprendente y otros, por el contrario, experimentan a lo largo de la vida una escasa autoestima que les resulta difícil superar.
De ahí la importancia de mostrar a los demás, desde su infancia, una actitud positiva y confiada que queda implícita en ese estímulo de \»tú sí que puedes,\» porque ello favorecerá que con ilusión y esfuerzo lo intente.
Susana Patiño aborda este tema en su artículo: Autoconcepto y desarrollo de habilidades.
Cuando he leído este artículo han venido a mi memoria un buen número de personas que, en momentos importantes de mi vida, fueron de un valor incalculable; pues con su apoyo, su confianza en mí y su cariño sincero me abrieron horizontes y me animaron a realizar mis mejores sueños.
Hoy, a través de estas palabras quiero expresarles mi profunda gratitud, una gratitud que permanece viva en mi corazón.
«PODER ES QUERER», decía siempre, mi padre, cuando no queríamos hacer alguna cosa pretestando: no puedo, no soy capaz.
Esta frase me ha acompañado siempre y me ha ayudado a vencer muchas dificultades.
Animo a todos los padres y educadores a incentivar en los niños y adultos la fe en si mismos.
Sirve para ello este artículo de Susana Patiño.