Mediación Escolar, mediación entre iguales

Mediación Escolar. Mediación entre iguales

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La convivencia escolar es uno de los temas clave en educación en los últimos años. Los proyectos de mediación escolar son una propuesta de intervención de gran repercusión, siempre y cuando ésta esté adecuadamente implementada. Estos programas, como todas las innovaciones educativas, suponen un esfuerzo por parte del profesorado y de la dirección de los centros, dado que, si no cuenta con el conocimiento y el apoyo necesario, pueden convertirse en experiencias frustrantes.

La mediación es una técnica que intenta ayudar a que personas enfrentadas puedan entender su conflicto de una forma más constructiva, buscando formas colaborativas de solucionarlo. Para ello, se basa en la ayuda de una tercera persona, llamada mediador o mediadora, que facilita el análisis de lo ocurrido, así como las posibles soluciones de cara al futuro. La mediación es un proceso estructurado, con unos pasos y unas herramientas conocidos y manejados por el mediador. Éste debe caracterizarse por su neutralidad e imparcialidad, ya que su función es la de ayudar o asistir a las partes enfrentadas a que ellas mismas puedan entender lo que les está ocurriendo y cómo quieren solucionarlo.



En el caso del contexto escolar, el uso de la mediación viene precedido por una preocupación por garantizar al alumnado una educación integral de calidad, que les proporcione habilidades que les hagan ciudadanos más comprometidos y responsables (Martín-Seoane, 2008). Su metodología suele implicar a parte del alumnado para que actuen de mediadores o mediadoras. Esta propuestas implica la formación del propio alumnado, para que lleven a cabo lo que se denomina mediación entre iguales. Esta posibilidad de intervención se plantea como una alternativa a la tradicional actuación coercitiva impuesta por la gestión de conflictos que cada centro establece. La aportación es especialmente importante si consideramos que, por un lado, en la mayor parte de los casos en estas situaciones el alumnado prefiere acudir a pedir ayuda a sus compañeros/as de clase antes que al profesorado (Martín-Seoane, Pulido y Vera, 2008); y que, por otro lado, el alumnado con más problemas de comportamiento violento presenta carencias en las habilidades de relación interpersonal con sus iguales tanto en el contexto escolar como en el ocio (Pulido, Martín-Seoane y Lucas-Molina, 2011). Por ello, dichos alumnos se pueden ver beneficiados por este tipo de intervenciones educativas con las que podrán aprender estrategias positivas para resolver por sí mismos estas situaciones, así como \»airear\» sus conflictos en presencia de terceros entrenados para ellos (Casella, 2000). En una meta revisión sobre la implementación de este tipo de programas, analizando 43 estudios principalmente anglosajones, se concluyó que el alumnado puede llevar a cabo este tipo de mediaciones satisfactoriamente (Burrell, Zirbel y Allen, 2003).

Las causas y fuentes del conflicto son diversas, existe una multiplicidad de conflictos, tanto en su naturaleza como en su desarrollo y complejidad. Por violencia entendemos aquella conducta u omisión intencionada con la que se causa un daño o un perjuicio, (Álvarez-García, Núñez, González-Pienda, González-Castro, y Rodríguez, 2008). ¿Qué violencia podemos encontrarnos en las aulas? Son muchas las posibles manifestaciones de la violencia en el contexto educativo. Destacaremos, la violencia física, la violencia verbal, la exclusión social, la disrupción en el aula y últimamente la tan en boga violencia a través de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (T.I.C.). Podemos afirmar que la violencia física es aquella en la que existe algún tipo de contacto con intención de ocasionar daño. Diferenciamos una violencia física directa y una violencia física indirecta, (Álvarez, Álvarez-García, González-Castro, Núñez, y González-Pienda, 2006; Defensor del Pueblo-UNICEF, 2007). En cuanto a la violencia verbal es aquella en la que el daño se causa mediante la palabra. Existen autores que distinguen, del mismo modo, una violencia verbal directa de una violencia verbal indirecta (Defensor del Pueblo-UNICEF, 2000). Por exclusión social, entendemos aquellos actos de discriminación y de rechazo generados por motivos de muy diversa índole, nacionalidad, diferencias culturales o el color de la piel, calificaciones, etc. Tales situaciones de exclusión pueden ocurrir tanto dentro del aula, durante la ejecución de las tareas académicas, como fuera de ella, ignorando o excluyendo a compañeros o compañeras de los juegos o del grupo en el centro o fuera de él. Una de las causas del efecto burnout, la disrupción en el aula, es decir comportamientos con los que el alumno o alumna entorpece al profesor o la profesora impartir con normalidad su clase, y priva al resto de sus compañeros interesados seguir el aprovechamiento de la misma se ha de considerar un tipo más de violencia escolar a tener en cuenta, en tanto que, son comportamientos muchas veces intencionados que constituyen un perjuicio para el profesorado y para los compañeros. Se pone en duda si este tipo de violencia disruptiva debe ser mediable o directamente sancionable por los centros. Por último, la violencia a través de las T.I.C. incluye comportamientos violentos a través de medios electrónicos, principalmente el teléfono móvil e internet que pueden adoptar formas variadas, en muchos casos próximas a la violencia verbal , por ejemplo, enviar mensajes dañinos a través del teléfono móvil o las redes sociales, la exclusión social, no ser admitido en redes sociales o programas de mensajería instantánea o incluso a la violencia física, grabar a un compañero o a un profesor mientras está siendo agredido físicamente. (Álvarez-García, Núñez, Álvarez, Dobarro, Rodríguez, y González-Castro, 2011).

El acoso, es una realidad en los centros escolares y su variante el ciberacoso ,la conocemos de sobra, es causa de un gran sufrimiento para la víctima y casi siempre le deja secuelas de por vida. Es la humillación la razón por la que el acoso suele tener un efecto demoledor sobre la autoestima de la víctima, que casi nunca denuncia por vergüenza. El acoso implica siempre amenazas y persecución, por eso el acosador suele actuar en grupo, instando a otros a participar. Algunas de características del acoso están bien definidas. La Intencionalidad, la agresión producida no constituye un hecho aislado y siempre se dirige a una persona concreta. La reiteración se expresa en una acción agresiva que se repite en el tiempo y la víctima la sufre de forma continuada. Existe también un desequilibrio de poder, cuando, hay una desigualdad de poder físico, psicológico o social entre las partes. La victima al ser objeto de acoso por parte de varios compañeros o compañeras sufre indefensión y personalización, y se hace presente el componente colectivo, es decir, habitualmente no existe un solo agresor o agresora, sino varios. Siempre hay observadores pasivos, las situaciones de acoso normalmente son conocidas por otros alumnos o alumnas que no contribuyen normalmente a mitigar y cesar la agresión. Ahora bien, ¿existe posibilidad de mediación en el acoso escolar? La mediación tiene cabida en muchas situaciones, en el caso del acoso escolar indudablemente y rotundamente que no. Sin lugar a dudas la mediación es una herramienta preventiva que está a disposición de los docentes para evitar este tipo de situaciones, ya que como resultado de la misma práctica de la mediación hace que los alumnos desarrollan habilidades sociales y cívicas encaminadas a aprender y evitar conflictos de semejante magnitud.

Siguiendo la guía del Centro Universitario para la Transformación de Conflictos del gobierno Vasco, existen distintos modelos de mediación escolar. Nosotros proponemos el modelo derivado.

El modelo derivado, es propio de educación secundaria, es una intervención más formal en la que se suceden una serie de fases para que un conflicto sea abordado a través del servicio de mediación del centro. En un primer momento, el conflicto es remitido al servicio de mediación por un o una docente o alumno o alumna; seguidamente, el coordinador de mediación se reúne, por separado, con las partes protagonistas del conflicto (caucus) para informarse sobre el mismo y para ofrecerles la posibilidad de acudir a mediación; si las partes aceptan mediar, se asignan los ayudantes mediadores y se organiza la mediación; unos días después, se inicia el proceso de mediación y finalmente, más adelante, se realiza un seguimiento y una evaluación de su resultado. El centro tiene un papel activo en el conflicto. Equipos de mediación con formación específica alumnos y profesores y genera un marco de confianza en el colegio.

Fases de la Mediación escolar. Aparecen siempre en este orden y sin posibilidad de que falte ninguna.

  1. Premediación: el alumnado mediador se presenta, hablan con las partes por separado y comprueban que están dispuestas a colaborar voluntariamente.
  2. Presentación de las reglas de juego:el equipo mediador se presenta en conjunto a las partes y ellas hacen lo mismo. Se comenta cómo va a ser el proceso (voluntario, confidencial, imparciacilidad, respetuoso, colaborarativo), que reglas se van a seguir y cuál es le papel de las y los mediadores, que no van a forzar ningún acuerdo sino supervisar el proceso.
  3. Cuéntame: Se anima a las partes a contar sus versiones y lo que han sentido, sus preocupaciones, cómo ha cambiado la relación entre ellas. El equipo mediador ha de mostrar interés y neutralidad y aplicar las técnicas de la escucha activa (aclarar, parafrasear, reflejar, resumir,…).
  4. .Aclarar el problema: las personas mediadoras hacen preguntas para concretar aspectos poco claros en el cuéntame. Es importantísimo descubri qué posiciones, intereses, sentimientos y valores entren en juego. Convieneque quienes median hagan un resumen con las posturas d las partes.
  1. Proponer soluciones: Se pregunta a las partes sobre el modo en que podrían encontrar una solución y lo que estarían dispuestas a hacer, susnecesidades, sus propuestas.
  2. Llegar a acuerdos: Se ayuda a las partes a definir claramente el acuerdo. El acuerdo se escribe, se lee y e firma por las partes. Quienes han mediadodarán una copia a cada una y archivarán el original. Es importantefelicitarlas por lo que han conseguido y poner un plazo para evaluar si elacuerdo se cumple en el futuro.

José Luis González Sodis.

2 comentarios en “Mediación Escolar, mediación entre iguales”

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