1.- “Derecho de encontrarse con los padres para tratar temas referentes a su desarrollo, colegio, salud psicofísica, situación ante la separación.
2.- Derecho a encontrarse con los padres, si lo desean, en circunstancias particulares o en etapas importantes de su vida.
3.- Los niños tienen derecho a no presenciar las disputas parentales.
4.- Los niños tienen derecho a no ser obligados a tomar partido por uno u otro padre.
5.- Los niños tienen el derecho de no ser instrumentalizados por un ex-cónyuge que desea obtener informaciones referentes a sentimientos o conductas del otro cónyuge.
6.- Los niños tienen derecho a comunicarse por teléfono con el padre/madre no custodio.
7.- Los niños tienen derecho a que los padres tomen decisiones conjuntas sobre los aspectos esenciales de su vida.
8.- Los niños tienen derecho a que los padres en su presencia mantengan una conducta digna y no de litigio”.
Es fundamental que los hijos, en cualquier etapa de la vida, cuenten con ambos padres y que éstos tengan la oportunidad de comprometerse juntos para la educación y el bienestar integral de los hijos.
Los padres separados pueden necesitar en algún momento de un aporte específico para cumplir, cada vez mejor, su tarea educativa con los hijos, que continúa aún después de la separación, para realizar el reto de “ser separados, pero padres” .
Reducir las tensiones entre los ex cónyuges y en los hijos, favorece un clima de mutua comprensión. Es beneficioso para ambos padres el tomar conciencia de sus responsabilidades en el rol paterno, redefiniendo los roles parentales para sentirse implicados plenamente en la tarea educativa de los hijos.